domingo, 21 de junio de 2009

CAPITULO I: PRIMERA VISTA

Hoy era mi primer día de clase desde que llegué a Forks, me aterraba conocer gente, nunca fue de mis prioridades de vida y esta no era la excepción.
El lugar era demasiado frío para que realmente me gustase vivir aquí, de todos modos pensaba en mamá y en lo feliz que Charlie era desde que llegué, eso me hacia tomar fuerzas y seguir.
El monovolumen que Charlie me había regalado por mi llegada, hacía mas ruido que cualquier otra cosa en el mundo, tenía miedo de quedar varada en el medio de la carretera, pero este hermoso trasto llegó sin problemas a la escuela, aunque me dejó un poco sorda al principio, me acostumbre al bochinche.
Como me lo imaginé fuí el centro de miradas, no solo por aquel animal antiguo y su ruido, sino porque era la nueva del lugar; me sonrojé hasta las médulas y caminé rápido hacia donde tendría mi primera clase.
- Isabella - dijo alguien con voz fina, no voltee quería hacerme la tonta para que siguiera de largo, no estaba preparada para mantener una charla con nadie, pero aquel insistió dos veces más y tuve que volverme.
- Hola - dije tímidamente.
- Soy Eric un gusto, ¿eres nueva? - apreté los labios asintiendo, y riendo por dentro, no habían mas de 450 alumnos, claro que era la nueva.
Dije rápidamente que me tenía que ir a mi primera clase, por suerte él no estaba conmigo, así que seguí yo sola.
La clase fue un tedio, todo el mundo me observaba, sentía sus miradas en mi nuca, los que estaban delante de mi se las ingeniaban para voltear con alguna excusa, los más aventureros volteaban sin vergüenza lanzándome una sonrisa la cual yo no devolvía por timidez; otros me miraban sospechosos, intenté mantener mi cabeza baja.
De todos modos me hice dos "amigas", Jessica y Ángela ambas estaban conmigo en clase de Literatura; en el almuerzo dí una excusa tonta de la cual ni me acuerdo para poder escapar, era demasiado para mi en una sola mañana y ni siquiera habían pasado dos clases. Me fuí hacia mi monovolumen y tomé de mi mochila un taper con comida, me conocía, sabía que iba a hacer esto así que me guarde provisiones. Prendí la radio y puse un cassette de Nirvana, estaba sumamente calma y feliz de mi tranquilidad.
En un momento levanté la mirada y la comida se me calló literalmente de la boca, parecía una tonta; estaba viendo algo que ni en sueños podría haber imaginado; tenía ojos caramelo, con un matiz de dorado, su cuerpo altamente hermoso, alto y bien puesto; tenía una simple remera azul, unos vaqueros negros y unas zapatillas, su pelo cobrizo era tremendamente desprolijo, tanto que me hizo sentir mariposas; al mejor estilo James Dean pero inexplicablemente más hermoso y delirante.
Tenía la ventanilla alta aunque se podía ver perfectamente hacia dentro y hacia fuera, lo quedé observando perpleja sin perderme nada de aquel maravilloso paisaje; pero aquel alucinante chico seguía en su camino como si no pudiese perder el tiempo en mirar hacia los costados, lo notaba un poco melancólico, me dieron unas imperiosas ganas de saber que le pasaba y ayudarlo.
Abrí la puerta sin pensarlo y salí hacia el exterior, gris y húmedo exterior, cerré la puerta con vehemencia para que pudiese oir, resultó, dió la vuelta suavemente para encontrarse conmigo y con mi mirada, ¿Qué estaba haciendo?, no pude hacer más que sonrojarme y volver casi corriendo a mi monovolumen otra vez.
- Estúpida – me dije a mi misma, intenté que me viese pero cuando lo hizo corrí, claro que quedé como una tonta, cosa de la que estaba sumamente acostumbrada.
Volví a mirar hacia fuera creyendo que aquel había seguido su camino burlándose de mi, pero para mi sorpresa seguía allí parado mirándome fijamente como si intentara descubrir algo, tragué saliva llena de nerviosismo sin poder sacar mis ojos de los suyos, hasta que fue demasiado fuerte y miré hacia la radio intentando que creyera que nada había pasado.
Al mirar nuevamente él ya no estaba allí, lo comencé a buscar con la mirada, pero no pude visualizarlo, suspiré un poco satisfecha pero otro tanto nostálgica, tenía ganas de volver a verlo, ¿amor a primera vista? ¿qué me había pasado con aquel chico? Me limité a bajar de mi camioneta e ir a la próxima clase, la de Ciencias Sociales, al entrar quería morir, para mi trágica sorpresa aquel chico estaba en mi clase y para mi vergüenza su lado era el único libre de todo el salón, me dirigí hacia él sintiéndome nerviosa y extrañada, él se había puesto más nervioso aún, paré una milésima de segundo para descubrir que no era un poco de nervios sino que estaba echo un manojo de nervios; tragué saliva y me dirigí a mi asiento, lo miré de reojo cuando mientras que él no me apartaba la vista.
Quise preguntarle por que me miraba de esa manera, pero nada salió, me quedé allí toda la hora contigua esperando que él chico hablase conmigo, nada sucedió, comencé a ponerme más y más nerviosa, el chico temblaba aún más y no podía sacar sus ojos de mi.
Veinte minutos antes de que la clase terminase se levantó de golpe y se fué, quedé perpleja y llena de curiosidad. Durante el resto del día no supe nada más de él, tampoco lo hice durante una semana; cuando volvió me dirigí hacia él muy enfadada.

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