lunes, 22 de junio de 2009

CAPITULO V: PRIMERA PELEA

Ambos se pusieron a pelear, creía que iba a morir, no solamente estaban peleando, sino que lo hacían en mi casa y Charlie estaba por llegar. Me puse muy nerviosa y comencé a gritar, me había olvidado hasta que había visto a Jacob convertirse en un lobo, y estaba viendo a Edward peleando a la par, y hasta mucho mejor, corrí hacia la escena de nuevo para ponerme en medio de los dos, no fue una buena idea; Edward me empujó con mucha fuerza creyendo que era Jacob. Volé hacia la pared de un solo golpe, no tuve ni tiempo de gritar, caí inconciente.
Al despertar estaba en un hospital, llena de cosas en mis brazos, con dolor de cabeza y demasiado cansada, a pesar de eso comencé a moverme demasiado histérica.
- Edward, Edward – comencé a murmurar, me dolía al hablar, pero no me importaba.
- Calma cariño, Edward esta bien. Jacob también.
- ¿Qué pasó? – dije más calmada al ver a Charlie junto a mi bastante tranquilo.
- Te caíste como de costumbre cariño, caíste inconciente en la casa, Jacob estaba contigo y Edward justo iba a visitarte, y te trajeron hasta aquí.
- No me sorprende que me haya caído – dije casi murmurando, aún dolía y de seguro aquellos dos estaban bien. Todavía no había caído en mi de nada de lo que había pasado, Jacob claramente era un hombre lobo o algo así, pero ¿Edward?, de donde sacó tanta fuerza, ¿qué era lo que no sabía?
- ¿Necesitas algo Bells? – me interrumpió Charlie; negué con la cabeza.
- De acuerdo, iré a llamar a tu madre que debe de estar muy preocupada – quise matarlo, mi madre iba a estar como loca, sino era que ya estaba en camino para Forks. Charlie se fue y al mismo tiempo entró Jacob. Me miró vergonzoso, mientras yo lo miraba con cara de saber toda la verdad.
- ¿Cómo te sientes?
- ¿Qué diablos fue todo eso Jacob? – dije obviando su pregunta.
- Intenté advertirte Bells, disculpa, no quería que vivieses eso. – en ese momento entró Edward rápidamente y se puso a mi lado, otra vez se miraron como en mi casa. Yo me moví ágilmente, para descubrir que mi dolor era aún mas fuerte de lo que creía.
- Aw – lloriqueé. Ambos me miraron sumamente preocupados - ¿no van a pelear aquí también no es así? ¿Jacob puedes dejarme un momento con Edward, por favor? – pregunté amablemente aunque era una pregunta totalmente retórica, era o irse o irse, me miró con receleo y a Edward también para retroceder e irse.
Miré a Edward ansiosa y confusa.
- ¿Qué eres?
- No entiendo – me respondió usando su mejor cara de verdad, pero no era tonta, conmigo aquello no iba a servir ni un poco.
- No me subestimes Edward, quiero saber que paso, quien eres y que eres. Tengo derecho a saberlo.
- ¿Derecho? No lo tienes – dijo furiosos pero no reparé en ello, sabía que era para escaparse.
- Edward, por favor – cuando quise levantarme, volvió a dolerme todo, aunque quise evitar mi “sufrimiento” no tuve más remedio que poner una mueca de dolor.
- Descansa Bella, hablaremos después.
- No… - se fue antes de que pudiese decir algo más. Cavilé toda la noche sobre que era lo que había pasado, mi madre como estaba segura, llegó una hora después y se quedó conmigo toda la noche. No podía entender absolutamente nada, de seguro me estaban jugando una broma, eso era imposible. Trágicamente imposible, estaba segura que algo de malo o extraño había en Edward, y no iba a dejarlo pasar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario