miércoles, 20 de enero de 2010

CAPITULO 50: INTERMEDIO

- ¿Qué pasó Bella?
- Edward aún no quiere convertirme, piensa que el peligro ha pasado. Me lo prometió Jake
- ¿Estás segura de esto?
- No, no lo estoy. Pero no se que más hacer - era la verdad, no sabía hacia donde correr. Estaba muy nerviosa por lo que me deparaba el destino; solamente quería como destino ser una vampira para poder estar eternamente con el amor de mi vida y mi hija.
- Debes estar segura, tienes a Nessi de por medio. No puedes ser egoísta ahora
- Pero él lo es maldita sea -
comencé a lagrimear, mi hija me miró dulcemente y me dió su mano para que la tomase. En aquel momento, comenzó a hablar conmigo como aún no lo había hecho "Mami, debes estar tranquila, yo estaré contigo no importa que decisión tomes, pero debes recordar que papá y te ama, te necesita y solo está confundido y lleno de miedo". Aquello fue una patada en el bajo beat, mi hija me estaba diciendo que debía volver. Ese gran poder de exteriorización que mi pequeña tenía era vital para nuestra comunicación sabiendo que era una seudo vampira.
- Haremos esto pequeña. Nos iremos por dos días a lo del tío Jake y volveremos cuando mami y papi esten mas calmados, será lo mejor. ¿De acuerdo? - ella asintió muy tranquila. Era a esta corta edad, o a esos cortos días para ser más exactos, una niña muy madura. Estaba siendo en este momento, hasta más madura que yo. Pero estaba segura de lo que estaba haciendo y no me podía hechar atrás. Edward tenía que ver que debía transformarme de una vez.
El auto iba sumamente rápido. No tenía miedo ya, estaba acostumbrada a Edward con sus arranques de velocidad y sabía que Jake era también bueno para la velocidad y seguridad.
- Oh! - fue lo único que supo decir el papá de Jake. Sabía acerca de Nessi, pero se maravilló con la pequeña. No paraba de jugar con ella y Nessi estaba sumamente divertida con él. Jake se quedó a disfrutar de la niña de la misma manera, mientras yo fui hacia su cuarto a descansar; a pesar de todo el revoltijo que tenía en mi mente y todo lo que había que pensar, seguía siendo humana y debía descansar. Al despertar, tenía a mi niña a mi lado durmiendo profundamente, le di un beso despacio y me levanté para no despertarla, fui hacia la cocina.
- Bella. ¿Cómo descansaste? - preguntó Jake emocionado por mi despertar.
- Muy bien de hecho, estoy mas calmada y tranquila
- Mejor así. He estado por la casa de los Cullen - dijo. Claro que no iba a aguantar mucho tiempo lejos de su amada - ¿Quieres saber cómo está Edward? - era una pregunta muy obvia, claro que quería saber como estaba él. Pero por otro lado, eso definiría mi decisión de volver a la casa lo antes posible. Solo balbucee; me miró esperando respuesta, la cual nunca llegó y continuó - aunque no quieras saber, de todos modos te la diré. Esta destrozado, en su cuarto y no quiere salir. Según Alice, estuvo cerca de la reserva, a punto de romper el pacto. Bella debes de dejar esto y volver con él.
- ¿Qué te ha pasado Jacob Black? ¿Dónde está eso de que no debía estar con Edward Cullen?, ¿ahora que tienes una imprimación ya te olvidaste de mi y del cariño que supuestamente me sentías? - me enojé porque él también estuviese de parte de Edward esta vez.
- Bella por favor. Esto me hizo ver lo tonto que he sido, eres tan feliz con él, debes tomar las riendas de otra manera, no escapar cada vez que te diga que no lo hará. Te amo, lo sabes y siempre lo haré.
- Necesito que él se de cuenta.
- Que estes en la reserva no ayudará a que él se de cuenta, aunque se diese cuenta no podría venir, rompería el pacto y sabes lo que sucedería. No lo obligues a hacerlo, sabes que por ti y Nessi es capás.
- Odio decir esto, pero tienes razón. Pero tampoco puedo ir a lo de Charlie. No puedo volver así como así a la casa. Iré a un hotel.
- ¿Hotel?, puedes estar en peligro. Allí puedo estar yo, Flam y yo te acompañaremos.
- De acuerdo. - marchamos nuevamente hacia la ciudad. Flam estuvo allí en menos de 10 minutos al lado de Jake, ambos estaban tan hermosamente enamorados. Por primera vez sentía envidia. Ellos vivirían por siempre juntos.

sábado, 16 de enero de 2010

CAPITULO 49: OTRO PROBLEMA

- De verdad lo harás? - pregunté recelosa cuando estuvimos en la casa.
- Si, es la única manera y tienes razón con respecto a lo de Nessi, tienes derecho a disfrutarla
el mismo tiempo que yo. Sigo pensando que es una locura que te conviertas en lo que yo soy.
- Un ser hermoso - dije, me miró con seriedad y odio por lo que estaba pensando.
- Bella, por favor. Dije que lo iba a hacer, no me lo compliques aún mas - miró hacia abajo preocupado. No faltaría mucho para que los Volturius llegaran a la casa.
- Debes hacerlo ahora mismo Edward, no hay tiempo - no me contestó,ni siquiera me miró.
- Edward. Los Volturius volvieron a su casa, no lo entiendo - dijo Alice abatida al entrar corriendo al cuarto de Edward.
- ¿Cómo?. No lo entiendo, no tiene sentido
- Lo se
- No has visto nada más
- No, aún no. Estan tranquilos, no piensan volver. Pero debe ser una trampa Edward
- Bella. Estoy nos da más tiempo y...
- NO, DE NIGUNA MANERA - grité un tanto alocada - no volverás atrás ahora, me dijiste que lo harías. Ahora hazlo Edward.
- Pero Bella ya no...
- Si no lo haces me iré, no volveré hasta que tomes la cosas en serio y dejes de ser egoista, me convertiré en una maldita humana y me llevaré a mi hija conmigo para disfrutarla todo el tiempo que pueda antes de morir de vieja, para que luego la disfrutes vos - aquello fue como un puñal en el corazón para mi, no quería decirlo. Pero era una manera de que entendiese que eso era lo que mas quería en el mundo. Alice me miró preocupada y sorprendida, Edward con tristeza. Jasper apareció en aquel momento, sabiendo que tenía que calmar las cosas.
- No quiero que calmes nada Jasper, me voy - tomé mi campera y caminé hacia donde estaba mi hija, ella me miró preocupada, sabía que algo estaba pasando. Me estiró sus manos para que la tomase, Rose la dejó ir y la tomé en mis brazos. Salí como una loca de esa casa, mientras todos me miraban.
No tenía idea de como regresar, estaba a pie. Pero si tenía que caminar lo haría.
- Bella, por favor recapacita. ¿Qué le dirás a Charlie?, ¿que tuviste una hija en menos de dos semanas y ya está enorme? - dijo Edward calmadamante.
- No iré a lo de Charlie
- ¿A dónde te irás?
- A lo de Jacob - estaba siendo estúpida, empeoraba las cosas. Pero tenía razón y el único lugar que se me ocurrió fue ese.
- Bella, por favor, no te vayas - estaba desesperado.
- Conviérteme - determiné mirándolo con Nessi en mis brazos, intentando contener el llanto.
- Bella, por favor yo...
- Adiós Edward, si me necesitas ya sabes donde estoy. Avisame y te traeré a tu hija para que la veas, ella no tiene la culpa de nada y sos su padre.
- Jake - lo llamé a sabiendas que estaba afuera de la casa con Flam. Vino prácticamente corriendo.
- ¿Qué pasa Bella?, me odias no es cierto
- ¿Por qué lo haría?, te debo unas disculpas por haberte metido en un lío. Ahora necesito otra ayuda tuya.
- Dime, lo que sea.
- ¿Podemos quedarnos contigo en tu casa? - pregunté señalando a Nessi en el "podemos".
- ¿Qué pasó? - preguntó feliz pero un tanto preocupado.
- Luego te lo contaré, ahora necesito irme - asintió y nos fuimos a su casa. Flam se quedó allí, a pesar de la imprimación aún no podía pasar para su lado. Y marchamos rumbo a su casa.

miércoles, 13 de enero de 2010

CAPITULO 48: LLEGANDO AL LIMITE

- ¿Qué quieren?
- Te quieren a ti, saben que tu sabes sobre el secreto. Debemos escapar.
- ¿Pero a donde iremos? Edward me dijo que ellos no tienen límite alguno.
- No lo se, pero lejos de ellos por ahora y nadie debe saberlo. Hablemos de otra cosa, Edward no puede leer mi mente sino cuando Aro lo toque sabrá donde estas.
- Lo que me pides es un tanto difícil Alice, unos psicóticos vampiros me buscan quien sabe para que.
- Calla Bella. Te iremos a comprar un par de hermosos vestidos...
- Alice hablaba y hablaba sobre la nueva ropa, accesorios y cosas hermosas que me iba a comprar. Yo no podía dejar de pensar en aquellos vampiros, después de todo y gracias a dios mi mente no podía leerla nadie, ni siquiera era capás de tomar posesión de poder alguno.
Dejé que Alice viajara sola en su mente sobre cualquier cosa, mientras no me concentraba en lo que pasaría.
- Alice...
-...pantalones hermosos
- me ignoraba de una manera fabulosa, pero tenía que plantearle la nueva opción.
- Convierteme y termina esto de una vez - le dije sin anestecia, paró de repente y caí al suelo en un golpe estrepitoso.
- ¿De qué rayos hablas Isabella Swan?
- Hazlo Alice, es la única manera de que yo esté a salvo y lo sabes.
- Dios mio. ¿Tu quieres que Edward me mate? - dijo casi enloquecida.
- ¿Y tu quieres que los Volturius me maten a mi? - le dije seriamente mientras intentaba levantarme luego de aquel maravilloso golpe.
- Sabes que no, pero yo no soy capás. No puedo hacerlo, te mataré y todo se irá al infierno. No voy a hacerlo.
- Alice intentalo por favor, debes hacerlo, por mi, por tu mejor amiga
- le dije con una voz sumamente calma intentando hacerla sentir mal para lograr mi objetivo, aunque aquello fuese totalmente malvado de mi parte para una de las personas que mas amaba en el mundo.
- Abajo Alice - gritó Edward desde algún lugar que no supe identificar, todo fue muy rápido. Alice me volvió a tirar al suelo un poco menos dolorosamente, Edward en ese mismo instante me tomó por debajo y me subió a sus hombros como una bolsa de papas. Comenzó a correr y correr, estaba segura que en cualquier momento iba a morir con tanto mareo.
- CONVIERTEME EDWARD CULLEN...TERMINA CON TODO ESTO DE UNA VEZ - grité como una enferma. Edward no paró como Alice, me ignoró totalmente.
Pero algo dentro de él, se había percatado de que era la única solución.
- Lo haré - finalizó un tanto serio y preocupado. Mi mente quedó helada y mi cara fue un poema lleno de melancolía, y felicidad.

CAPITULO 47: TE ODIO Y MAS

Jake

Estaba perdido en mis sueños profundamente, de seguro estaba roncando como un oso o como un lobo mejor dicho, debería de haber molestado a las chicas todo el tiempo ya que Seth a pesar de ser el más chico roncaba como una bestia.
- Jacob. Jacob Black despierta en este momento antes de que te mate - sentí una voz dura, gruesa que no era la de Seth. EDWARD!! NO!!, nos habían descubierto. Me levanté de un solo golpe mientras Seth me miraba confuso y triste.
- Disculpa Edward, no le hagas nada a Bella ella ...
- ...ella no está aquí Jacob, ¿dónde está Jacob?
- mi cara se tornó de susto, a desesperación y confusión.
- ¿De qué hablas Edward?
- Ni Bella, ni Flam están aquí. ¿Cómo puede ser que las hayas dejado solas, no conoces a Bella?
- Dios mío
- fue lo único que supe decir. No me había percatado que Bella ni mi Flam se habían ido - malditas tercas.
- ¿Qué pasó?
- No se; nos dijeron que no podíamos ver a Kevin. Acampamos aquí para irnos esta mañana.
- Si que eres tonto chucho. Bella te maneja como quiere, solo dijo eso para escaparse
- corrimos hacia la casa. Edward había venido con Alice, Jasper, Emmett y Carlisle.
- Edward - salió la tonta seductora emocionada - ¿qué ha pasado?
- ¿Dónde está Bella?, te dije que no la dejaras pasa
- Pero no la dejé, ella se fue ayer
- dijo aterrorizada de que su amado la detestara.
- Pues no fue así, se escapó. ¿Dónde está Kevin?
- En su cuarto
- todos subieron hacia el cuarto. Al entrar no pudimos creer lo que estabamos viendo. Bella, Flam y Kevin estaban sentados hablando como si el no fuera un neófito y ellas no hubiesen hecho nada.
- ¿Qué rayos haces Isabella Swan? - dijo enojado Edward. Ella lo miró nada sorprendida, sabiendo que eso iba a pasar, pero de todos modos con una cara un tanto de susto por el momento. Se levantó rápidamente y se acercó a nosotros.
- Ves, te dije que nada iba a pasar.
- Ven conmigo en este mismo momento, eres loca, estás loca Isabella. No puedes escaparte como una niña de 10 años escapando de sus padres.
- No tengo otra manera, tu me tomas como si fuera tu hija y no lo soy.
- No es un juego, no son caramelos, son vampiros dispuestos a matarte con el mas mínimo suspiro o bombeo de tu corazón
- dijo un poco mas triste pensando en la posibilidad de que eso pasase.
- De todos modos Edward, no soy tu maldita hija. No puedes manejarme como quieras.
- Claro que no. ¿Pero como hacer cuando una mujer de 19 años se comporta como una chiquilla de 10 buscando su muñeca?
- el rostro de Bella se estaba transformando. No sabia si iba a llorar, gritar o pegarle en el rostro al chupasangre.
- Te odio Edward Cullen - todos nos quedamos sorprendido ante aquellas palabras. Era imposible hasta ahora que Bella pudiese decir algo asi sobre Edward, ni siquiera lo hizo cuando la dejo. Fue totalmente avasallante. Edward quedo como si mil puñales con fuego le calvasen el corazon, ese corazon muerto pero vivo para Bella.
Ella corrio hacia las escaleras y bajo rapidamente, Alice fue tras ella, mientras todos los demas estabamos todavia sorprendidos por lo que habiamos escuchado. Edward se quedo alli parado, mirando la nada. Seguramente aun escuchando aquellas palabras en su mente.

Bella

- Te odio Edward Cullen - fue lo unico que logre decir, estaba enojada, enojada como nunca. Baje las escaleras corriendo sin importarme nada y fui rumbo al bosque.
- Bella, Bella aguarda - escuche la vocecita tierna y angelical de Alice. Pero no pare, segui. Ella en menos de un milisegundo estuvo enfrente de mi parandome y en el golpe sutil la abraze, me largue a llorar.
- ¿Que dije Alice?, dios mio. Lo lastime, el solo me queria cuidar. Pero no soporto que me sobreprotega de esa manera.
- Bella, debes entender que es logico que te sobreprotega. No estamos hablando de celos o de causas comunes de cualquier humano, se trata de tu vida y el por nada del mundo te quiere perder.
- Lo se, pero me complica todo. Si el me ayudase en algunas cosas no tomaria estas decisiones, ni me escaparia como esa niña de 10 años que nombro
- dije aun llorando y abrazada por Alice.
- Tranquila cariño.
- No me va a perdonar lo que le dije
- Sabes que lo hara, debes hablar con el.

- Lo se. Pero...
-...Alice corre con Bella ya
- dijo Edward locamente. No tuve tiempo ni de verlo, cuando Alice me tomo y me llevo en sus brazos. Cerre los ojos mientras sentia todo el viento en mi cara, intente mirar para atras y solo vi algo corriendo detras de nosotros.
- ¿Que demonios pasa?
- Volturius Bella. Vinieron por ti.

CAPITULO 46: KEVIN, MI IRA Y YO

Bella


No pretendía hacer enojar a Edward, tampoco pretendía llevarle la contra, solamente quería de corazón disfrutar a mi hija y al amor de mi vida más tiempo que el de un mortal.
No era justo para mi, no era justo para mi hija, ni siquiera lo era para él aunque no quisiera verlo.
Pero ahora el tema era Kevin, tenía y quería verlo, no podía dejar las cosas así como así; así que le pedí a Jake que me llevara, se negó un par de veces hablando sobre mi seguridad, que era un neófito, pero sabía que sino me llevaba iba a ir sola, si le contaba a Edward iba a ir de todas maneras y no se lo perdonaría jamás, así que terminó aceptando pero con la condición de que le dijese también a Seth y a Flam.
Ella y Jake se habían vuelto muy unidos, Flam se había tomado la imprimación con mucha naturalidad, y aunque su manada no estaba nada feliz y estaban en conflicto aún por eso, él no iba a dar marcha atrás.
Seth por su parte lo aceptaba sin condiciones, él siempre fue amigo de los vampiros, así que no tuvo ningún tipo de problema.
- Bella, no estoy seguro de esto aún de verdad, vas a dejar a tu niña aquí, vas a peligrar, Edward nos va a matar, nos va a odiar - dijo Seth, muy miedoso por mi seguridad y por el enojo de su amigo vampiro entrañable.
- No vengas Seth - le dije un tanto enojada y ansiosa.
- Sabes que no te dejaré Bella
- Ni yo
- agregó Jake quién estaba tomado de la mano con Flam.
- Entonces, o me apoyan o se van - mi actitud era muy fría, era de esa manera o podían convencerme, o quizás volver y decirle a Edward, lo que podía ser lo peor. Les prohibí pensar mientras rodeaban a Edward, por suerte lo tomaron al pie de la letra, sino Edward ya estuviese aquí.
- Esta bien, no te enojes. Vamos - chilló Jake furioso. Seth y Jake se convirtieron en Lobeznos hermosos en ese instante; Seth era un tanto pequeño pero con un precioso pelaje corto. Mientras que Jake era enorme, con un pelaje larguisimo y con mucho brillo.
Jake me subió a su lomo, mientras omitía un ruido un tanto tierno pero mandón al mismo tiempo, de la forma que lo conocía estaba segura que había sido para que me agarrase bien.
Tomé su lomo y pelaje al mismo tiempo lo más fuerte que pude, pero sin lastimarlo.
Corrimos lo más rápido que pudimos, en poco menos de unas horas ya estabamos en lo de Tanya.
Flam tomó la postura para ir a pedir ver a Kevin, de seguro Jake o Seth no serían tan bienvenidos, aunque no hubo problema antes preferimos tomar precauciones.
Flam se acercó y tocó la puerta de aquella hermosa casa, tan grande como la de los Cullen, aunque menos ordenada y estéticamente hermosa.
Abrió Tanya, ella aún no me quería mucho, su pasión por Edward llevaba a que sus celos hacia mi hicieran un poco de estrago en su mente, eso no me favorecía en este momento aunque nunca me importó.
- Hola - dijo ella tan sensual y un poco confusa.
- Hola, mi nombre es Flam, soy amiga de los Cullen - la boca de Tanya dibujó una sonrisa y sus ojos se llenaron de emoción, de seguro había pensado en mi Edward. Quería ahorcarla, pero en este momento aquello no me debería importar. Así que pensé mejor y me tranquilicé, seguí allí parada junto con Jake y Seth mientras Flam lo preparaba todo.
- Hola, un gusto. No conocía de ti.
- Si, soy una vieja amiga. Vengo porque necesitamos un favor
- la calidez, aceptación y lo compinche de Flam me sorprendía por lo poco que nos conocíamos, pero a la vez no, era un sentimiento extraño, quizás eso hizo la imprimación de Jake, era una buena vampira.
- Claro. Dime por favor, ¿qué necesitan?
- No vine sola
- esa era la señal, salí detrás del árbol y me junté con Flam tranquilamente pero decidia. El rostro de Tanya no fue el mismo, en ese mismo momento su rostro se desdibujó. Tenía un tanto de miedo que eso fuera en contra de poder ver a Kevin, aunque quizás me dejaría verlo para que me matase y así quedarse con Edward.
- Isabella - mi nombre completo denotaba desagrado en su voz y en mi presencia.
- Tanya - respondí inmediatamente.
- ¿Qué necesitan? - preguntó un tanto más seca ahora.
- Quiero ver a Kevin - sus ojos no denotaron sorpresa.
- Sabía que ibas a venir, Edward me lo advirtió - ¿Edward? MALDITA SEA!!! - dijo que un día vendrías, me prohibió que lo dejase verte.
- ¿Pero que demonios es esto?, soy una persona lo suficientemente grande, independiende e inteligente como para tomar mis propias decisiones y hacer lo que se me plazca - mi voz tomó fuerza y comencé a gritar - quiero verlo, no me iré de aquí hasta que no lo vea. - ella me miró mientras su sonrisa irónica se desplazaba por su rostro.
- También me adviritó que eras cabeza dura, quédate aquí todo lo que quieras, no puedo ir contra Edward - maldita perra, ella solo quería ir bien con Edward. Estaba furiosa, Flam me tomó del brazo lo suficiente como para que no me moviese, pero no tanto como para lastimarme intentando tranquilizarme.
- Un gusto Flam - dijo, en ese mismo momento se dió media vuelta y se fue. Mi ira se conentró aún más, quería ir y romperle la cabeza, no solo a ella sino también a Edward.
- Tranquila Bella, no ganarás nada. Si quieres yo te ayudo para verlo, debemos tener cuidado, pero entraremos de alguna manera - mis ojos se abrieron de par en par. Era una de las mías.
- Calma Bella - dijo Jake quien vino un poco más aliviado, seguro era porque no me había dejado ver a Kevin. Seth detrás suyo asintió.
- Si, mejor me iré a casa. Pero primero descansemos, ya está anocheciendo y necesito un poco de descanzo, después de todo solo soy una humana - reí intentando romper el hielo. Miré a Flam quien sonrió por mi viveza.
- De acuerdo - menos de media hora después Seth y Jake se durmieron. Flam, que estaba al lado de Jake, se movió despacio, se acercó a mi y me subió a su espalda para comenzar nuestra aventura.

CAPITULO 45: UN POCO PEOR Y NO TAN ENFERMIZO

Bella

- Esto de que Jake ande siempre por aquí no me gusta nada; no solo está aquí por ti, también por Nessi y ahora por imprimarse en Flam. Es el colmo. ¿Su manada lo sabe? - dijo Rose de una manera irónica y molesta como siempre.
- Aún no, ha intentado no convertirse en hombre lobo para que su manada no sepa nada sobre esto. Piensa decirselo pronto
- intenté ignorar a Rose mientras hablara así de Jacke. Pero a mi también me preocupaba el hecho de como se tomaría su manada que estuviese imprimado en una vampira. De todas formas, ni siquiera para él iba a ser fácil, aunque lo estaba llevando muy bien y no se separaba de ella ni por un segundo, de vez en cuando se notaba la dificultad.
Por otra parte, algo que me estaba carcomiendo la cabeza era saber como estaba Kevin, Edward me decía que todo estaba bien, pero no sabía hasta que punto era cierto. Tenía muchas ganas de verlo, después de todo, lo que estaba pasando era por culpa mía y nada más que mía, no era solo por el sentimiento de culpa, yo había aprendido a quererlo y estabamos siendo buenos amigos a pesar de todo. No quería que estuviese mal.
- Edward - susurré cuando todos se habían ido a jugar con Nessi, era el nuevo juguete de la familia.
- ¿Qué pasa mi amor? - preguntó cariñosamente, aunque algo ansioso, sabía de que se trataba.
- Quiero ir a la casa de Tanya a ver a Kevin - esta vez, no solo una pregunta sobre su bien estar, quería ir a verlo, tenía que ir a verlo. Sus ojos se abrieron como platos y su rostro fue de total desacuerdo.
- De ninguna manera Bella, tu no irás a ningún lado, es un neófito lo olvidas?, tu eres no solo una humana, sino que también su perdición - aquello último le pegó en el alma,sus celos y sobreprotección podían con él.
- No importa, me protegerás, él no podrá contigo, ni con nadie más, son muchos. Confío en que no hará nada, necesito hablar con él, o por lo menos verlo. Asegurarme de que está bien.
- ¿No confías en mi Isabella Swan?
- preguntó para que yo dejara de insistir.
- Sabes que si. Pero debo de hacerlo, si tu no me llevas iré sola - sabía que lo iba a hacer, cuando algo se me metía en la cabeza era imposible que no buscara la forma de hacerlo.
- Bella, por favor. Esta Nessi de por medio, tienes que pensar un poco mas las cosas, no puedes tirarte por la vida como si nada tuvieses.
- Antes te tenía a ti y sin embargo era la misma; ahora los tengo a ambos y seguiré siendo la misma. De todos modos, lo máximo que puede pasarme es convertirme en vampiro y sabes que es lo que deseo
- la rabia comenzó a demostarse cada vez más en su rostro y sus ojos; claramente seguía sin gustarle la idea de que yo fuese vampiro - ahora mas que nunca, no quiero saber que mi hija probablemente va a vivir por siempre y yo no pueda disfrutarla tanto como tu.

Edward

En aquel momento, luego de la patada en los bajos fondos que Bella había sabido darme con su comentario, Rose volvió con Nessi entre sus brazos.
Quien irónicamente pedía los brazos de su madre, allí a Bella se le iluminaron los ojos como cada vez que veía a su hija y le extendió los brazos para tomarla.
Se abrazaron como si fuese la primera vez que se veían, mientras la pequeña reía y reía en los brazos de su hermosa madre. No pude hacer otra cosa que irme hacia el bosque, tenía que pensarlo, aunque me doliera, con Nessi en el medio, todo era diferente.
Me senté en un tronco a pensar en las palabras que Bella había pronunciado en su acto final sobre ese tema que prefería ignorar.
No sabía que las cosas podían ser aún más irónicas, en ese mismo instante sentí un olor a perro oloriento, al darme cuenta tenía a Jake a mi lado.
- ¿Qué pasa? - preguntó mas preocupado de lo que realmente pudiese haber jamás estado cuando se trataba de mi. Busqué en su tono y en su mente algo de ironía, pero nada, nada había.
- Bella... - dije sin entender porque estaba intentando ser sincero con él.
- ¿Qué pasó con ella? - preguntó un tanto exaltado.
- Nada. Es que, hablo sobre convertirse en vampiro.
- Pero tu no quieres
- me interrumpió. Asentí.
- El tema es que me dijo algo muy cierto, hablo sobre Nessi, no le parece justo que yo pueda vivir con ella toda la eternidad y ella no disfrutarla de la misma manera.
- Uy! golpe bajo chupasangre
- dijo mientras reía intentando ser amable. Aunque no se daba cuenta que esa nunca fue la manera de subir el ánimo a alguien.
- Lo se - me limité a responder - ese es el problema. Ahora pienso que tiene algo de razón, estoy siendo egoísta, pero no puedo condenarla a una vida de vampirismo, a una vida tan detestable como la que nosotros llevamos.
- Pero tampoco podés condenarla a algo que ella no quiere, a la muerte, a no vivir el tiempo suficiente como vos para disfrutar al amor de su vida y a su hija
- aquello me tomó por sorpresa. Jake diciendo algo tan sabio.
- Pero no puedo convertirla en esto - mi lastimoso teatro me estaba matando por dentro.
- Si podes, solo que no queres. Estas siendo demasiado egoista Edward, si yo no estaria inprimado por supuesto que no te estaría diciendo esto... Pero Bella te pertenece para la eternidad, no para una vida tan corta e inutil de un humano.

- Jake, tu puedes convertirte nuevamente en humano. No sabes que es ser un maldito vampiro.
- Mas a favor para mi, puedo elegir. Y quiero ser esto, porque se ahora de que se trata y no quiero volver a otra cosa que no sea esto. Bella ahora no solo te tiene a ti, sino a una hermosa niña
.
Pude notar que ya en la mente de Jacob había otras cosas. Estaba preocupado pero feliz.
- ¿Que harás con la manada?
- ¿Qué?
- casi gritó. Lo había tomado por sorpresa.- Hay veces que me olvido que me lees la mente. Todavia no lo se.

CAPITULO 44: EL AMOR

Jake

Volvi a la reserva mientras no podia quitar de mi mente aquellos ojos verdes, hermosos, tan hermosos que era imposible no perderse en ellos.
Estaba imprimado en una vampira, no habia vuelta atras, ya nada me interesaba, no me importaba que fuese una vampira.
El problema aqui era otro, era la manada, ¿como iban a reaccionar ante esto?, Jacob, el macho Alfa o seudo alfa estaba imprimado en una chupasangre.
Iba a ser una lucha incalzable.
Volvi a la casa de los Cullen, no podia estar lejos de ella ni un segundo mas. Entre a la casa, alli estaban todos todavia, Bella me miro un tanto preocupada, Emmett sonreia, sabia en el lio en el que estaba metido. Rose seguia con la misma cara de rubia tarada de siempre, Alice y Jasper no estaban. Edward, Carlisle y Esme me miraban con algo de lastima, mientras que la familia de la pequeña de ojos verdes miraban confundidos.
Pero ella, aquella hermosa vampira, me miraba a los ojos; habia entendido lo que estaba pasando, sabia que estaba loco por ella, no creo que supiese que era imprimacion, pero si que algo pasaba entre los dos.
- Hola - dijo tranquilamente, mientras me miraba a los ojos, con media sonrisa en la cara. Si pudiese estar avergonzada de seguro lo estaria de pies a cabeza.
No pude mencionar palabra, me quede balbuciando en mi mente, pero nada para fuera.
- Flam, el es Jake mi mejor amigo y el tio de mi pequeña - hablo Bella antes de que cayera en mas verguenza con la hermosa mujer.
- Hola Jake - mi nombre en su boca era como estar escuchando a una de las siete maravillas, me sentia idiota, pero a la vez contento por sentirme asi. La ironia me estaba atormentando.
- Hola - dije al fin, de la forma mas tartamuda y bajita que pude; en ese momento agradeci que fuesemos seres mitologicos, asi poder escuchar de una mejor manera.
- Soy Flami, un gusto. Esta es mi familia - nombro a cada uno, mientras su nombre retumbaba en mi. Me acerque al sofa y me sente al lado de Bella, que estaba con mi sobrina. Enseguida la pequeña se tiro a mis brazos para jugar, le preste atencion aunque no podia dejar de ver a aquella chica por varios momentos. Todos charlaban, comentaban y reian; yo nunca estuve tan callado y tranquilo como hoy. Solo jugaba con Nessi.
- Jacob. ¿Estas aqui? - pregunto Emmett mientras carcajeaba. Lo fulmine con la mirada.
- Si, estoy jugando con Nessi. Solo eso. - dije un tanto avergonzada. Flami me miraba atolondradamente y un tanto avergonzada igual que yo.
Me levanté mientras Bella me miraba de reojo, le entregué a la niña y me fui fuera de la casa. Al salir una voz me hizo estremecer.
- Hola otra vez - al darme vuelta eran esos ojos verdes los que me miraban, su voz hizo estallar mi corazón.
- Hola - dije a duras penas.
- ¿Puedo preguntarte algo?, va a sonar un tanto raro y vergonzoso, pero necesito hacerlo.
- Claro, lo que quieras.
- ¿Qué pasó allí dentro cuando nos vimos?
- mis ojos se abrieron de par en par, se había percatado de todo. Bajé mi mirada, no iba a dar vueltas, le iba a decir sin dudar.
- Me imprimé en ti
- ¿Tu qué?, ¿qué es eso?
- no se veía asombrada, un tanto pícara y ansiosa.
- Es como el enamoramiento a primera vista, pero mucho mas fuerte; no tiene que ver nada con lo sexual, ni con nada de eso. Es, algo un poco raro de explicar - cada vez me avergonzaba más, usé la palabra sexual la primera vez que hablábamos, eso no debe de ser nada bueno.
- Creo estar entendiendo. A mi me paso algo muy extraño, parece que me hubiese enamorado de ti a primera vista, pero no te conozco, no se quién sos y eres un hombre lobo.
- Lo se, tu eres una vampira. Exactamente no es lo mejor a la hora de imprimarse, mas cuando tenés una manada un tanto distante con la idea.
- Entiendo
- ahora se puso triste, aquello que le había comentado no había sido muy feliz de mi parte, pero era la realidad. Quería estar a su lado, era así, nada importaba ya - No me importa si a ti no te importa. Creo que me estoy volviendo loca, pero me atrapaste Jake apenas te vi. Es extraño, no me reconozco ni yo; pero es como que no puedo hacer nada sin ti ahora.