Aquellos ojos verde olivo era lo más bello que había visto en mi vida, tenía la sensación de que mis miedos y nervios nunca hubiesen sucedido al tener a esta hermosa beba en mis manos.
Habían pasado ya dos semanas desde que Renessme nació; Edward era el padre más baboso y tierno que pudiese haber existido, y su familia no se quedaba atrás. Mientras que Jake era un tío muy protector, nunca me hubiese imaginado que actuaría así con un hijo en común con Edward; pero la cuidaba y la amaba, lo único que no me hacía feliz era el sobrenombre que todo el mundo usaba para con ella y que Jake fue quién se encargó de promover, "Nessi", como el mounstro del lago Ness. Me había encabrado muchas veces con él por eso, pero nunca pasó nada y seguían diciendole así, al igual que todos, incluso yo me acostumbré.
La familia de Edward vino a visitarnos a penas se enteraron; Tanya estaba celosa de pies a cabeza como de costumbre, solo que teniendo a Renessme ahora no me daba tranquilidad su envidia. Los demás por su parte fueron amables y tiernos tanto conmigo como con Renessme.
Todo estaba saliendo muy bien, lo único que me preocupaba verdaderamente era el hecho de que Nessi crecía demasiado, ya tenía el aspecto de un niño de 3 años. Caminaba, revoloteaba y era capás de cazar pequeños animales por si misma. Tomaba sangre, a pesar de que prefería la de humanos, de todas formas se conformaba con la de animal; tenía un gran sentido de control a pesar de ser una niña. Ya hablaba, aunque no le gustaba mencionar palabra alguna, su poder de tocar a las personas y decir en la mente lo que quería era suficiente. Solo hablaba fluido conmigo, porque no funcionaba ese temita de entrar en mi mente; a pesar de que muchas veces no era necesario que mencionara palabra, el vínculo era tan fuerte que podía saber lo que quería sin que hablar.
Yo aún era humana, no le agradecí a la vida el hecho de que Nessi no tuviese ponzoña, eso no me ayudaba con el hecho de querer ser vampiro; pero si ayudaba a que pudiese morder tranquilamente a Jake con quien jugaba muy seguido.
- Hola Nessi, hermosa bebé de papá - mi mirada se posó sobre él con cariño, mientras estiraba sus manos para tomar a su hija. Le entregué a Nessi en brazos; luego me levanté y fui a pegarme un baño, lo necesitaba. Intentaba hacer lo menos posible para poder estar con mi pequeña.
- Bella, tenemos compañía. Unos amigos nuestros vinieron a visitar a la pequeña, pero necesitamos de ti para poder presentarla mejor y con tu consentimiento - me dijo Carlisle luego de estar pronta. Bajé, Edward me dió a la niña y me dirigí a la sala donde sus amigos estaban.
- Hola, ella es la pequeña Nessi, digo Renessme - aclaró Carlisle al mismo tiempo que lo miré casi con odio, sufiente era que mi familia y hasta yo lo dijese gracias a que Jake nos lo había pegado; pero gente que recién conocía no era agradable.
Una chica rubia, de ojos claros, no muy alta, pero hermosa hasta la locura, con una cara angelical y amable se levató tranquilamente para poder mirar de frente, ya que estaba en el sillón de espaldas a mi.
- Hola, soy Flami - su voz era tan dulce como su aspecto - esta es mi familia, él es mi padre Adonis - dijo mientras señalaba a un morocho un tanto viejo, de gran porte, pero con sonrisa amable. Me hizo una mueca de saludo mientras la chica con nombre Flami seguía la presentación que le cortó a Carlisle - ella es Marizza, mi hermana mayor - pronunció su nombre mientras veía a una morocha, tan morocha como su padre pero con una sonrisa menos amable, pero sin llegar a la maldad mirándome y haciendome también una mueca. A pesar de que Flami no fuera la más grande, parecía ser quién tomaba las decisiones - por último él es Iván mi otro hermano mayor - aquel chico era mas o menos de mi edad, o por lo menos de aspecto. Su sonrisa también era angelical, rubio como Flami, con ojos azules, alto y de muy buen porte como el padre.
- Un gusto - me limité a decir - esta es mi hija Renessme - dije mientras Nessi estiraba sus brazitos para que Flami la tomara en sus brazos. Mi pequeña tenía la capacidad de ser simpática con todas las personas que sintiese buenas y las personas tenían un amor muy especial con mi pequeña niña. No era para menos.
- ¿Puedo? - preguntó Flami, mientras le devolvía el intento de abrazo a Nessi.
- Claro - dije y se la acerqué al cuerpo. La tomó cuidadosamente y al mismo tiempo, Nessi le tocó la mejilla. Falmi quedó quieta por un rato, hasta que volvió en si.
- Si cariño, fue hermoso, muchas gracias. Tu también eres muy hermosa - la conversación y presentación que Renessme le había dado fue el detonante de lo último que quedaba para simpatizar. Se llevaban bien.
- Hola - dijo Jake mientras entraba locamente por la puerta sin golpear - vengo a ver a mi hermosa sobrina - todos lo miramos no solo por su entrada, sino porque paró de prepo allí mientras miraba a un lugar fijo. No pude entenderlo hasta que vi como clavaba sus ojos en Flami. Estaba anonadado, con los ojos casi llorosos y fuera de si mismo.
Flami por su parte, no estaba de mejor manera; también se encontraba un tanto idiotizada y lo miraba con... ¿amor?
¿Podía ser posible que Jake se hubiese imprimado en una vampira?
Todos miraron de manera extraña lo que estaba pasando, la familia de Edward entendía lo que sucedía, porque estaban todos al tanto de lo que era la imprimación; pero la de Flami no. ¿Cómo le caería la nueva noticia?
Jake
Al entrar a la casa de los chupasangre a ver a la hermosa hija de Bella, quien había adoptado como mis sobrina, me pasó lo que nunca creí que me pasase o por lo menos creí en cierto momento que me había pasado con Bella.
Unos ojos verdes agua me miraron y fue como si me hubiesen dado un golpe en el pecho; como si un barril de un millón de kilos cayera sobre mi. Las mariposas de las películas se posaron sobre mi, el estómago se me cerró, tragué saliva, tanto que se escucharía de aquí a la maldita Luna.
Todo dió un giro mortal, sentía como si no pudiese estar alejado de aquella pequeña rubia, como si el mundo ahora solo dependiese y fuese para ella. Estaba imprimado. ¿Pero cómo?, ¿con una vampira? Imposible, me dije a mi mismo; a pesar del dolor que raramente me llenaba por dentro por pensar en irme lejos de ella, me di media vuelta por donde vine y me fui corriendo hacia el bosque.
Siempre había soñado con mi imprimación, aunque creía que era con Bella, no estaba del todo seguro si era eso o era amor sin imprimació.
Corrí y corrí por el bosque en busca de soledad, de respuestas conmigo mismo y de algo que me pudiese hacer entender que estaba pensando mi instinto al imprimarse en una chupa...ya ni siquiera podía decir chupasangre cuando era destinado a ella.
Algo no estaba bien, ¿cómo aceptar estar imprimado y cuidar de alguien toda tu vida, sin dejar de estar un segundo a su lado cuando es el mismo ser al que odias?
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