domingo, 11 de octubre de 2009

CAPITULO 33: SIN EDWARD, SIN BELLA

Me sentía un poco mareada, lo suficiente como para no entender que me estaba pasando; también estaba preocupada por Kevin, había visto como aquel pequeño niño que ahora me llevaba en sus brazos lanzó al pobre de Kevin por los aires.
- Déjame por favor - entre dije intentando que me escuchase, mi voz sonaba lo suficientemente baja para que ningún humano la escuchara pero si este vampiro.
- Me gustaría pequeña, de verdad me gustaría, pero no puedo - aquel no era mi vampiro, de eso estaba segura, su manera de llevarme no era nada cuidadosa, sentía que en cualquier momento iba a vomitar.
El viaje fue corto, no sabía si era porque no era lejos o por la rapidéz de aquel pequeño.
- Llegamos preciosa - me bajó lentamente, mientras yo caía en una cama muy cómoda.
Sentía murmullos alrededor de mi, quería escuchar pero mi mareo era mucho más fuerte y caí en la inconciencia unos segundos más tarde.
Al despertar, pude apreciar que me encontraba en un cuarto grande, antiguo al igual que la cama de dos plazas en la que me encontraba. Mientras intentaba volver en mi, me senté en la cama para luego ir hacia la puerta.
- ¿A dónde vas? - dijo una pequeña rubia impresionantemente bella. Di un par de pasos hacia atrás, mientras ella se acercaba a mi.
- ¿Quién eres? - pregunté un tanto asustada pero imponiéndome de la manera que más pude.
- Jane. Una Volturius, debés haber escuchado de mi - aquel final me hizo estremecer, mis ojos se abrieron de par en par; estos eran los que me estaban buscando desde el principio, aquellos de los que Edward me había hablado mil veces.
- ¿Qué quieren de mi? - su rostro llevaba una risita soberbia e irónica, de esas que odiaba en las personas y en los vampiros me daban un poco de miedo.
- Me encantaría, de verdad que me gustaría contarte detalladamente, pero no puedo. Ya van a venir quienes te lo pueden decir, ponte cómoda, es como tu casa ahora - aquello no me gustó ni un poquito, "es como tu casa ahora", eso no hablaba nada bien de mi futuro.
La pequeña se fue en un cerrar y abrir de ojos, había venido solamente para poner más nerviosa y llenarme de temor, intenté abrir la puerta pero se había tomado su tiempo para cerrarla con tranca.
Miré hacia todos lados buscando alguna manera de escape, pero las ventanas estaban lo suficientemente altas como para matarme; aún no era un vampiro y quería serlo en algún momento para poder estar con mi Edward, en nada iba a ayudar que yo me tirara.
Estuve algunos minutos más dando vuelta y buscando alguna alternativa, hasta que sentí como alguien abria a tiempo humano la cerradura. Miré rápidamente hacia la puerta, allí entraron tres vampiros perfectamente hermosos.
- Hola Bella - dijo uno de ellos con una voz morbosa y temerosa...

EDWARD

Mis ojos se había dilatado de una manera espectacular, nunca había sentido tanto odio como en este momento.
Kevin se encontraba en reposo, inconciente y sano, pero no lo suficiente como para decirnos donde estaba Bella, aunque gracias a Alice sabíamos que los Volturius tenían algo que ver con esto y que ellos no estaban en su lugar de origen con Bella; a pesar de eso no tardé ni un segundo en lanzarme al bosque a buscarla por todos lados, su olor estaba en todas partes, era una trampa.
Quien se la haya llevado no era ningún idiota y había esparcido el olor de Bella por toda la zona, dejándolo por diferentes lugares. Eran más de uno.
- Edward, necesito que te tranquilizes, de esta manera no llegaremos a ningún lado. Tienes que estar cuerdo para poder encontrar a Bella más rápido - intentó tranquilizarme Jasper, sabía que tenía razón pero mis nervios y miedo me hacía volverme loco. No había podído protegerla.
- Lo se, pero como rayos puedo estar tranquilo sin saber donde esta mi Bella, ¿cómo estarías tu si fuese Alice a quién se la llevaron? - aquello fue una piedra en el medio de la cabeza para Jasper, su cara me lo hizo notar. Me había entendio, de todas maneras bajé un poco la guardia y me recubrí en Bella, y no en mi sentimiento egoísta.
- De acuerdo, tienes razón. Pero de todas maneras, vamos a la casa entre todos sabremos buscar una solución - marchamos hacia la casa, planeamos de la mejor forma posible separarnos para encontrarla.
- Soy una idiota, no puede ser - se lamentaba Alice por haber tenido una visión demasiado tarde, el hecho de que todo pasara en la reserva había sido demasiado difícil para ella poder ver algo.
- No te culpes, no tienes nada que ver cariño - intentó calmarla Esme.
- Si Alice, tranquila, tu nada tienes que ver y no hay tiempo para lamentos, tenemos que encontrarla - dije para poder calmarla un poco más y para centrarnos en su búsqueda.
Llegamos a la conclusión de separarnos, Rose y Emmett se fueron por el lado este; Carlisle y Esme fueron por el lado norte, Alice y Jas por el sur y yo por oeste.
Tenía tanto miedo, estaba llendo de espanto, no sabía como esto podría llegar a terminar, como Bella podría estar, con quien y en que situación.
Esto de seguro llevaría a que yo tomase una decisión apresurada.

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