domingo, 11 de octubre de 2009

CAPITULO 35: LA HUIDA

Comencé a caer de a poco mientras intentaba parar la caida con mis manos, lo cual no era de mucha ayuda ya que el caño estaba oxidado, y de el se desprendia pedazos rotos e inservibles, mucho menos me ayudaban mis mis manos sudorosas gracias a mis nervios.
Sentia la adrenalina correr por mis venas.
Tenia dos posibilidades: Los Vulturis se daban cuenta de mi gran plan y venian por mi, o me caia y me mataba.
Mi respiracion se acompaso con los latidos de mi corazón, desbocado y frenético.
Apoyaba los pies en donde fuera, ni siquiera miraba, por miedo a que eso parara mi bajada. Sabia perfectamente que estaba a una gran altura, por ese motivo me costaba más. Tantee con el pie derecho una parte de la pared llana y lleve todo el peso a ese costado.
Cuando lo hice, se desprendió una parte del caño y ya en ese momento supe que estaba perdida, debia tirarme o quedarme allí hasta que los Vulturis me encontraran. Me sostuve con más fuerza del lado donde el caño no se habia soltado, pero era más dificil, pues la pared llana de donde me sostenia estaba al otro lado.
Moví con delicadeza mi brazo hasta que sentí que lo tenia bien sujeto, y despegué uno de los pies de esa pared.
Pero en ese momento - en el meno indicado - el suelo de donde apollaba el otro pie se cayó en pedazos, como si la muerte me buscara, la muerte queria encontrarme.
Como un acto reflejo me sostuve con la otra mano en la parte del caño donde no se había desprendido de la pared y, con los pies colgando en el aire, miré hacia abajo.
No sabia si me habia asustado más ver a la altura en la que me encontraba o ver a esa persona corriendo entre le gente.
Sabia quien era, y gracias al cielo que no podia salir al sol, pues así no me podria ayudar en nada, eso le costaría su vida.
Era sencillo, soltar las manos del caño para caer a la muerte, que me llamaba tranquila desde el suelo, de esa manera mi vida misma que no era yo en este momento se mantendría a salvo.
Mis manos se soltaron en ese instante de pensamiento, y caí hacia el suelo; cuando creí que era el fin unas manos sumamente rápidas me tomaron y comenzamos a movernos. Abrí los ojos como pude para entender que aún estaba viva, que me encontraba en los brazos de Edward el cual brillaba con una calidez absurda, pero nadie le miraba, pude comprender que ibamos a una rapides sobre humana no solo por eso, sino porque comencé a marearme y me desamallé.
Al despertar, aún estaba en el lugar, aunque un poco más apartada, ahora estaba en los brazos de Emmett, mientras toda la familia estaba en posición de ataque, inclusive Kevin a pesar de que de seguro era solo un inconveniente en todo esto por ser un simple humano como yo. Pero de todas maneras allí estaba, detrás de Alice quien intentaba resguardarlo, mientras enfrente todo el séquito Volturi miraba tranquilamente a cada uno de nosotros; no había pasado mucho tiempo desde el desmayo a la nueva realidad.
- Edward, Edward. Si que eres rápido, si que tu familia lo es. Encontraron demasiado rápido el lugar, nunca los subestime, pero esto es sorprendente - dijo Aro, aquel hombre que me había asustado en el cuarto-prisión donde me habían resguardado por poco tiempo. Todos los de la familia comenzaron a gruñir.
- Maldito seas Aro, te metiste con la humana equivocada, ni te pienses que te vamos a tener miedo. Aquí quienes cometieron un error fueron ustedes no nosotros; esto no es equilibrio alguno - gritó Edward lleno de odio y rabia. Quería correr y abrazarlo, pero aún me sentía un tanto mareada y estaba segura que si me paraba caería nuevamente y de nada ayudaría.
- Tranquilo Edward, ustedes tienen dos humanos quienes saben el secreto; ya sabes la regla, o son vampiros o son historia. Tu eliges - en aquel momento los rugidos se hicieron más intensos; uno de esos me asustó gravemente, el de Emmet quien lo hizo cerca de mi oído y era como un animal feroz, aquello me dejó sorda del oído izquierdo. "Disculpa", murmuró entredientes Emmet a pesar del tenso momento.
Edward por su parte saltó hacia Aro pero en ese momento paró en el aire y volvió hacia atrás de un golpe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario