- Bella - dijo mientras entraba despacio al cuarto - que bueno es querer no saltar sobre ti y morderte - sonrió y yo lo acompañé.
- ¿Cómo has sabido de mi transformación?
- No lo se, simplemente se me vino a al cabeza y vine a verte.
- ¿Poder? - pregunté nada escéptica.
- Según los Volturius si, pero aún no está bien claro si veo el futuro como Alice, o si simplemente tengo sensaciones de lo que pasará. ¿Cómo te sientes?
- Muy bien. Un poco miedosa por mi hija y Jake, no quiero saltar sobre ellos en cualquier momento.
- No te preocupes, todo estará bien.
- Espero. ¿Tu cómo te sientes, estás aún enojado conmigo?
- Nunca lo estuve cariño. No soy lo que esperaba de mi vida, simplemente quería trabajar y ser un profesional, pero bueno, ahora soy un vampiro - sonreímos nuevamente, no había perdido su toque humorístico
a pesar de todo. - en verdad me siento maravillosamente. No la he pasado muy bien, pero debo cargar con esto y ahora estoy muy bien.
- Que bueno saber eso. No sabes cuanto he sufrido pensando y pensando acerca de eso - bajé la cabeza en símbolo de tristeza por todo lo que había pasado por mi culpa. Se acercó a mi y me tomó de la mano
dulcemente, con la otra me subió el rostro y me dió un bello abrazo, que era mucho mejor que mil palabras. En ese momento alguien toció detrás de mi, claramente era Edward con sus ojos celosos y posesivos.
- Creo que la hora de visita se ha terminado, debo hablar con Bella - lo miré para matarlo en ese mismo instante, pero prefería dejarlo así.
- El milico vino a quitarme de encima. Estaré por aquí Bella, si me necesitas solo avisame y recuerda que aún te quiero, y todo está muy bien. - se fue, mientras pasaba al lado de Edward y se miraban para comerse vivo. Eso no me gustaba, no quería volver a pasar todo otra vez como con Jake.
- Eso ha sido descortés de tu parte Edward Cullen - dije enojada.
- ¿Cómo te sientes? - preguntó ignorando mi enojo.
- Ya lo sabrás, dudo que te hayas quedado al margen de la conversación con Kevin - bramó dandome la razón.
Los días pasaron y nada de mi cambió, no era una neófita común y corriente. Nada vampirezco me había pasado, nadie entendía el porque y todos estaban bastante preocupados, y según Edward un tanto celosos de que no haya pasado todo el tiempo que ellos tuvieron que pasar para ser normales, pero a su vez felices porque podía estar con mi niña sin querer matarla.
Edward y yo pasamos unos años muy hermosos, nada malo nos había venido encima.
Jake y Flami estaban juntos como siempre, los licántropos no tuvieron otra que aceptar todo lo que había pasado entre ellos, que él no había elejido enamorarse de una vampira, simplemente pasó.
Nuestra vida estaba siendo muy tranquila; aunque durante esos años no había visto a mi madre, ella creía que estaba en la facultad, luego que había ido de viaje a Europa a especializarme y a quedarme allí a vivir luego de encontrar un excelente trabajo como arquitecta.
Mi padre lo sabía todo, nos veíamos prácticamente todo el tiempo, el tonto de Jake no se pudo callar y escupió todo, mi padre lo tomó sorprendentemente bien, pero sabía que nada podía hacer, y disfrutaba de su hija, su nieta y su nueva novia.
Habían pasado ya 10 años. Mi hija era toda una adolescente hermosa, todo aquel miedo de que no pudiese crecer jamás se esfumó cuando cumplió los 6 años y nos dimos cuenta, que todo
venía viento en popa. Era una niña muy inteligente, artista como su padre, había aprendido piano en un mes y era maravillosa, leía todo el tiempo y hacía preguntas impresionantes, le encantaba quedarse con su abuelo Carlisle charlando sobre diversos temas y con su padre preguntando todas las dudas que tenía.
Iba de compras con Alice, no había salido tan coqueta como ella, sino más bien dejada como su madre, pero era un lindo tiempo de pasar con su tia. Rosalie y ella, aún se llevaban excelentemente, se amabanno podía ser de otra manera, Rosalie la trataba como su hija a pesar de que Nessi tenía las cosas muy claras, y estaba cada vez más acodada con Alice más que con ella. Según Nessi encontró mas afinidadcon Alice que con Rosalie, pero aún la amaba y siempre iba a ser así. Sus tios eran los protectores locos y juguetones, Emmett le enseñaba de deportes y Jasper de la vida, de peleas y de trucos para sobrevivir.
Esme era la abuela modelo, a veces me daba tristeza que fuese así, hubiese querido que mi madre también pudiese vivir todo esto junto a ella, y aunque sabía que Nessi existía, porque no tuve más remedio que decirle, no quería que se quedara en total ignorancia frente a su nieta, aunque creía que tenía 13 de todas formas la conocía por fotos y no podía creer lo hermosa, y parecida a mi que era.
Aquellos años habían pasado como nada, mi padre estaba ya un poco más viejo, pero casi nada, estaba en forma y se cuidaba mucho para poder estar el tiempo posible con nosotras. Era feliz, tenía una gran familia como nunca antes, y quería aprovechar todo lo que pudiese. Mis amigos humanos algunos se habían ido de la ciudad, como Ángela y su novio que aún seguían juntos, se había ido a estudiar a la misma Universidad. Mike estaba trabajando con su madre, Eric y Jessica había ido a la ciudad mayor para comenzar su vida, no juntos, sino separados, pero se había vuelto grandes amigos debido a tanto tiempo juntos.
Los demás, también tomaron su rumbo, a la universidad, a diferentes ciudades y otros en la misma Forks. Yo seguía allí disfrutando mi nueva vida, ya era toda una experta y sabía que mis poderes eran muy poderosos, uno de los más poderosos de todos, no me sentía más por eso, pero si sabía lo importante que era para cuidar a mi familia.
Kevin no había venido a visitarnos más o menos en 5 años, pero siempre manteniendo el contacto y contando todo lo que estaba conociendo, y todo el conocimiento que estaba adquiriendo.
- Bella. Vamos a hacer un picnic en el bosque con Jasper, ¿quieres venir? - me dijo Alice.
- No, estoy un tanto melacólica, voy a quedarme a escuchar un poco de música.
- De acuerdo - dijo y se fue. Edward estaba cazando con Emmett, mi niña estaba abajo mirando la televisión con Rose. Jake y Flami habían ido a ver a mi padre.
Carlisle y Esme, se había ido a Europa, Carlisle estaba intentando ayudar a toda la gente que pudiese y Esme no se le separaba de su lado ni un solo instante.
A pesar de mi melancolía decidí a bajar a estar con mi hija y Rose.
- Mami, ven. Te he guardado el lugar, sabría que bajarías. - dijo mientras tocaba el lado del sillón para que me sentase, Rose no miró muy agradablemente, a pesar de los años tenía celos de que ella fuera mi
hija. Fui hacia mi pequeña y me senté a su lado. En ese instante alguien tocó a la puerta, me paré despacio y fui a abrir.
- ¿Quién es? - pregunté.
- Kevin - abrí la puerta rápidamente y al verlo lo abracé.
- Maldito Kevin, al fin viniste. - estaba muy emocionada por verlo.
- Nessi y Rose, estiraron la cabeza hacia atrás para observar. Nessi se paró rápidamente, y vino hacia la puerta.
- OH DIOS! - dijo Kevin - Nessi, que grande estás y que bella - aquello no me gustó mucho, la manera en que lo dijo no fue una manera muy paternal. Nessi sonrió sonrojada y agradeció sus palabras. Estaba segura de que se avecinaba un problema.
jueves, 20 de mayo de 2010
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